Los buenos recuerdos son como las cuentas de una pulsera. Todos son especiales. Los vas recogiendo, de uno en uno, hasta que un día miras atrás y descubres que han formado una pulsera larga y de vivos colores.
jueves, 22 de septiembre de 2011
En cuanto tengas un momento, prueba a contarte tu historia en voz alta. Entonces, será cuando descubras si lo estás haciendo bien o no.
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